"La tradición musical de la Iglesia es un patrimonio de inestimable valor, que sobresale entre otras expresiones del arte, especialmente por el hecho de que el canto sagrado, junto con las palabras, es parte necesaria e integrante de la liturgia solemne". (Cf. Constitución sobre la sagrada liturgia del concilio Vaticano II, 112).
Es el ministerio musical en la eucaristía parroquial (misa que el párroco ofrece cada solemnidad por toda la parroquia y todos sus difuntos).
Es un modo evangelización y difusión de la vida cristiana parroquial que se hace creativa, artística, espiritual, en la expresión más alegre, piadosa, en alabanza y petición del encuentro con Cristo Sacerdote, Victima y Altar.