La parroquia pone al servicio del proceso de formación en la fe y en la vida cristiana de aquellos catecúmenos adultos que desean recibir el bautismo, la confirmación, o los adultos ya bautizados que desean profundizar en su fe.
Como afirma el “tiene por finalidad ayudar a los catecúmenos, en respuesta a la iniciativa divina y en unión con una comunidad eclesial, a que lleven a madurez su conversión y su fe” (CCE 1248).